Trufas
La trufa, también llamada “oro negro”, es un hongo subterráneo en forma de patata, que crece a unos 30 cm de profundidad, por lo que para su localización es imprescindible la ayuda de un perro o jabalí.
Crecen en terrenos con altitudes entre los 700 y 1400 metros, en suelos calizos y con una pluviometría de 500 a 900 mm y crecen asociadas a bosques de carrasca, encinas o robles, requisitos que se dan en la parte meridional de la comarca del Matarraña/Matarranya.
De los diversos tipos de trufas que existen, en la comarca se comercializa la trufa negra, denominada científicamente Tuber melanosporum y la blanca o de verano: Tuber aestivum. La recolección de la trufa negra se hace entre los meses de noviembre y marzo, mientras que la de verano madura de mayo a agosto. Su carne es perfumada y tiene gran valor culinario. Se comercializa tanto entera, cruda, como laminada, o incluso en forma de paté o mermelada, y su aroma también se puede degustar a través del aceite trufado, aportando un toque exclusivo y perfumando los platos.