PR-TE-160 Ruta de Els Estrets de Ráfales
Dificultad: Media
Distáncia total: 7 Kilómetros y 409 metros.
Desnivell: 209 metros.
Tiempo aproximado: 2 horas y 30 minutos.
Puntos de agua: no hay ninguna fuente durante el trayecto.
Agradable excursión circular donde destaca sobre todo, el pequeño pero curioso desfiladero de los ‘estrechos’ de Ráfales. Los Estrets están formados por materiales calizos, que son muy fácil a erosionar, por la acción de la lluvia y originan el denominado relieve cárstico. En esta zona, podemos ver en poco espacio una clara muestra de varios procesos de este tipo de sistema, como son el congosto modelado por la erosión, capaz de crear farallones rocosos, las salidas de agua, que van alimentando el caudal del barranco y multitud de agujeros y cuevas que hacen que por dentro la montaña esté agujereada.
Según cuenta una leyenda popular, en una de estas cuevas estuvo un tiempo escondido el Floro, un famoso bandolero nacido en la vecina población de La Cerollera en 1858. Al parecer, él conocía una entrada y una salida que no se han podido encontrar.
El camino parte de la población de Ráfales, en su extremo occidental, en las afueras, concretamente en la parte alta de la calle Rafael Anglés: hay un cartel indicador que lleva al sendero ancho que sube para realizar un flanqueo marcado bajo el turón de la ermita de San Rafael. Se trata de un camino ancho donde coinciden las marcas del P.R. y las marcas de la ruta ecuestre hasta llegar al 0.9 Km donde se abandona la ruta ecuestre.
En el fondo del valle, en sentido ascendente se encuentra la zona de los Estrets de Ráfales, donde el camino pasa a través de un desfiladero con riscos. Hay cartel indicador. Es un paraje corto, pero con mucho encanto. La pista sube por el nervio del valle, por el medio de los Estrechos. Aunque dada la dureza del suelo pueda parecer difícil la supervivencia de vegetación en estas paredes, están asentadas una gran variedad rupícola. Son plantas especializadas en vivir en las rocas; que están preparadas para alimentarse cuando las condiciones ambientales son favorables y administrar estos recursos hasta que se vuelvan a dar dichas condiciones. El hecho de que existan tantos huecos en las paredes las hace apetecibles para multitud de aves, especialmente las rapaces y también otros animales. No es difícil que nos sorprenda el vuelo de una águila real o la curiosa mirada de alguna cabra montés.
Tras ‘Los Estrets’, nos adentramos en un bello bosque de chopos para, después, alternar zonas de pista con estrechos senderos en áreas de pino y carrasca. A lo largo del camino la huella humana se muestra en forma de cultivos y distintos aprovechamientos (balsas, huertas, acequias…), y habitats como el Mas de Rallo.
La ruta puede seguirse de forma circular, se bajará por la pista que rodea las colinas que forman los Estrets y llegaremos al punto de partida.