El sendero discurre por el camino tradicional que, arrancando junto al río Matarraña, enlaza Mazaleón con Calaceite, poblados ibéricos y otros asentamientos históricos jalonan el trazado, transmitiendo la sensación de que las rutas milenarias tienen aún continuidad hoy día. El recorrido parte, precisamente, en el camino que lleva desde Mazaleón hasta el poblado ibérico y la ermita de San Cristobal: los dejamos a nuestra izquierda -si bien son visita recomendable- para continuar por la pista que, tras cruzarlo, cruza el río Matarraña.
Tras una zona primera zona paralela al río, el segundo tramo del sendero gira a la izquierda. Nos adentramos en la zona conocida como Val de Calaceite, que indica nuestro destino. Pasamos por pequeños valles donde abundan cultivos de secano, como almendro y olivo.
Hacia la mitad de recorrido cambiamos de término municipal y entramos en territorio calaceitano, donde el valle que seguimos recibe el nombre de Val de Mazaleón. Pronto, el camino asciende ligeramente y se encarama por una pequeña cresta que ofrece buenas panorámicas de los cultivos circundantes.
Auque suave, el último tramo es también ascendente. Entre grandes áreas de olivos, algunos de probable origen milenario, nos vamos acercando a la capital cultural del Matarraña: Calaceite. Poco antes de llegar a la villa pasamos junto a la capilla de Nuestra Señora del Pilar, situada en un pequeño altiplano de gran belleza paisajística.