Arte rupestre en el Matarraña
El primer testimonio que encontramos de la presencia humana en la comarca del Matarraña es el arte Rupestre Levantino. Los primeros pobladores de nuestro territorio, dejaron diferentes manifestaciones artísticas en Cretas, Mazaleón o Beceite.
Bajo el título genérico de Arte Postpaleolítico se conocen varios estilos pictóricos: esquemático y levantino, representados ambos en la comarca del Matarraña. Dentro del estilo Levantino Clásico se representan figuras animales de forma naturalista, de modo que los ciervos, toros, cabras…presiden la roca majestuosamente, seres humanos en actitud de reposo o en movimiento, es decir, a la carrera, siendo muy habituales los arqueros. El estilo esquemático supone la representación plástica con los mínimos elementos formales: hombres y animales quedan reducidos a líneas, con un sentido simbólico-religioso.
El 2 de Diciembre de 1998 la UNESCO declara Patrimonio Mundial las Pinturas Rupestres del Arco Levantino por constituir un testimonio único y excepcional de una civilización desaparecida. Es un arte narrativo, ya que son documentos de primera mano que nos describen cómo vivían los pueblos prehistóricos que nos precedieron.
Els Gascons (Cretas)
Este conjunto, junto al de “La Roca dels Morors”, inaugura la era de los descubrimientos del Arte Levantino. Fue descubierto en 1908 por el arqueólogo francés Abate Breuil en el barranco del Calapatar de Cretas.
Las pinturas estaban compuestas por dos grandes ciervos naturalistas superpuestos, uno en rojo y otro en negro, acompañados de otras manifestaciones animales como cabras, bóvidos y un caballo. La novedad con respecto al vecino abrigo de la “Roca dels Morors” es la presencia de la figura humana, representada por cuatro arqueros.
Actualmente solo se conservan dos cabras naturalistas en color negro, con una potente cornamenta, una en actitud de reposo, replegada, y la otra a la carrera. Y parte de un arquero que coge una flecha y el arco en dirección a una de las cabras conservadas, formando parte de una escena de caza.
Fueron arrancadas y destruidas, observándose el negativo de las extracciones. El arranque significó la destrucción de la mayor parte de las pinturas hasta entonces conservadas.
Roca dels Moros (Cretas)
En La Roca dels Moros de Cretas, Juan Cabré descubrió en 1.903 tres hermosos ciervos naturalistas de color rojo que presidían el abrigo majestuosamente, acompañados de la figura de un bóvido, y varias estilizaciones humanas, descubriendo un nuevo arte llamado Levantino.
Pero mala suerte corrieron las pinturas ya que, según narra J. Cabré, un tejero pretendía volarlas para encontrar un presunto tesoro que estaría enterrado al pie del abrigo, y con la intención de preservar las pinturas, que hasta el momento nunca habían sido objeto de acción vandálica, Cabré las arrancó. Actualmente están expuestas en el Museo Arqueológico de Barcelona.
En la actualidad, junto a las huellas de la extracción de las pinturas, tan sólo se conservan dos estilizaciones humanas a la derecha del hueco que ocupaba el bóvido, así como la parte trasera de un cérvido en la pared derecha, perpendicular al panel arrancado. Y también un arquero levantino y un cuadrúpedo, que formarían una escena de caza.
‘Les Caigudes del Salbime’ (Mazaleón)
En 1920, el secretario de Mazaleón, Lorenzo Perez Temprado descubre en este abrigo del barranco de Les Caigudes del Salbime dos escenas de pinturas rupestres prehistóricas.
Miles de años después de que fueran pintadas, en 1920, en el momento del descubrimiento, el abrigo estaba formado por dos paneles enfrentados que se unen formando un ángulo. El panel izquierdo estaba compuesto por un arquero y una cierva naturalista en color rojo.
Estas pinturas fueron arrancadas en un momento impreciso posterior a su estudio.
El panel derecho, todavía conservado aunque con una visibilidad muy deficiente, está compuesto por tres figuras humanas también en color rojo de estilo levantino según los recientes estudios de M. Bea:
El motivo 1 (piernas) y el 2 (mitad superior) formarían parte de una única representación humana de la que no se habría conservado la zona medial del cuerpo.
Motivo 3. Representación humana de tendencia al esquematismo orientada a la derecha. La cabeza tiene forma globular y los brazos fueron representados flexionados y hacia adentro (“en jarras”).
Motivo 4. Se correspondería con una figura humana orientada a la derecha y en actitud dinámica.
Pinturas de La Fenellassa (Beceite)
El abrigo se ubica en las cercanías del denominado Parrissal, en el corazón de los Puertos de Beceite, en un entorno abierto rodeado de pinares en el que destaca una especie de peñón rocoso a la orilla izquierda del Matarraña. Las pinturas que se conservan bastante bien se realizaron en la cara Norte de la acumulación caliza, justo enfrente de una fuente llamada La Fenellassa, de la que recibe el nombre el conjunto.
En el panel se reconocen hasta doce figuraciones de estilo netamente esquemático y de las que ocho resultan reconocibles. El color rojo de las representaciones contrasta abiertamente con la tonalidad amarillenta de la superficie rocosa lo que, unido al relativamente buen estado de conservación de las pinturas, permite discriminar la temática y formación escénica contenida en el abrigo.
Este estilo artístico se desarrolló en toda la Península Ibérica desde el Neolítico e inicios de la Edad de los Metales, y supone la representación plástica con los mínimos elementos formales: hombres y animales quedan reducidos a líneas, con un sentido simbólico-religioso.